El área metropolitana de Málaga

El Valle del Guadalhorce como zona periurbana de Málaga

El Valle del Guadalhorce ha sido desde siempre la despensa de la ciudad de Málaga. Sus fértiles tierras han suministrado y suministran a día de hoy de fruta y verdura fresca a la ciudad.

Este vínculo es más fuerte mientras más cerca nos aproximamos a la ciudad y a la costa, de este modo zonas de la vega baja pertenecientes a al TM de Málaga, como Churriana o  Campanillas, tienen una marcada tradición agrícola. Esta proximidad a la ciudad  ha supuesto ventajas a la hora de establecer una relación campo-ciudad que ha posibilitado que muchas de las producciones agrícolas del Guadalhorce encuentren su salida comercial en la urbe.


Si bien este vínculo ha existido, el consumo de productos procedente del Valle  no ha ido aparejado al crecimiento de la población de Málaga.  Como dato significativo es de señalar que la población malagueña se ha duplicado desde la década de los sesenta, pasando a 514.414 habitantes en el año 2001. La población se ha estabilizado en la última década creciendo hasta los 568.507 habitantes censados en el año 2010. Este aumento de población es aún mayor si sumamos el resto de municipios de la costa del sol sumando actualmente cerca de dos millones de habitantes.

A pesar de este importante volumen de población, la mayoría de las producciones agrícolas del valle del Guadalhorce, donde predomina el cultivo de cítricos, se han destinado al mercado exterior.

Por otro lado la proximidad a la ciudad ha tenido sus inconvenientes  ya que la  zona natural de expansión urbana de Málaga coincide con el Valle del Guadalhorce. El gran crecimiento urbanístico de la ciudad de Málaga ha tenido una serie de efectos negativos en las zonas agrícolas de la vega del Guadalhorce. Sobre las aéreas más próximas a la capital es donde existe una presión urbanística mayor habiéndose perdido terrenos agrícolas asentados sobre los suelos más fértiles de la comarca, engullidas por el crecimiento urbano, ejemplo de ello son las ampliaciones del aeropuerto o los polígonos industriales de la vega. 
                                                                                                                                                   
Otro problema es el de la urbanización difusa ya que en muchas zonas del Valle ha existido el fenómeno de la parcelación ilegal. Este proceso es debido a las numerosas viviendas aisladas o en parcelaciones ilegales, que se han construido. Estas parcelaciones suponen un proceso urbanizador altamente insostenible ya que tiene altos costes de conservación y mantenimiento propio de la estructura urbana dispersa. Además de tener un impacto visual creado por las tipologías y materiales utilizados en las viviendas, ajenos totalmente a los tradicionalmente existentes en el espacio rural.

Otro problema del sector agrícola derivado de la naturaleza periurbana de la comarca es la fragmentación de terrenos debida a que buena parte de las infraestructuras de transporte que llegan a la ciudad discurren por la comarca; tales como autovías, vías de tren, gaseoductos….

Ahora bien este avance de las comunicaciones ha tenido un efecto positivo en la comercialización de los productos agrícolas del Valle del Guadalhorce. Ya que la mejora de las carreteras que comunican el Valle con Marbella o Fuengirola ha acercado a los consumidores de la Costa del Sol al Valle del Guadalhorce.